José Antonio de Alzate: crítico literario

Abstract

El objetivo del presente trabajo es reconstruir, a partir del análisis de las publicaciones periódicas de Alzate, la idea que sobre crítica literaria tenía este sabio novohispano. En esta ocasión se dejan fuera las Cazetas de literatura, para referir únicamente el Diario literario de México (1768), a Asuntos varios sobre ciencias y artes (1772-1773), y a Observaciones sobre la física, historia natural, y artes útiles (1787). El Diario literario de México fue "el primer periódico de corte ilustrado que apareció en la Nueva España y en toda la América hispánica". Tuvo una vida efímera y fue suprimido el 15 de mayo del año de su aparición (1768) por orden del virrey marqués de la Croix, quien encontró en él "justos motivos" para prohibirlo, aunque se ignora cuáles fueron éstos. En el primer número, publicado el 12 de marzo, Alzate expone su proyecto: el porqué de la sencillez del título, el que su diario no sea "cosa nueva" sino imitación de las publicaciones extranjeras; su propósito de dar noticia de los diarios europeos y de obras españolas y novohispanas, así como corregir los errores de los que escribían sobre América. También informa sobre los temas que abordaría: agricultura, comercio, minería, geografía y medicina, y advierte que no tocará asuntos de política. En este mismo prólogo Alzate define además los principios a los que se sujetaría, solicita a los lectores le envíen textos, y proporciona detalles sobre la periodicidad de la publicación y sobre el tiempo que pretendía mantener el proyecto: un año, porque, señala: "pasado dicho término me retiraré; porque mis producciones no las estimo en tan poco que me guste verlas destinadas al brazo secular de los semilleros o coheteros" .La obra está dirigida a lograr una meta: la utilidad, referida ésta al bien común, ya sea de la nación española o de la república de las letras. Para Alzate, la utilidad de los diarios no sólo consistía en dar a conocer las últimas noticias científicas, sino en distinguir, mediante la crítica, las obras buenas de las malas. Así, pone como ejemplo al Diario de los sabios de España, el cual -dice- "sirvió de mucho a la literatura de España" pues "dejando lucir a los ingenios de mérito, extinguió a los que con vana presunción aspiraban al carácter de escritores, sin tener estudio proporcionado, y ahuyentó a tanto número de pésimos traductores o traditores".